Voyager 2 / 2023
A principios de agosto de 2023, NASA logró comunicarse con la sonda espacial Voyager 2, que salió de la Tierra en 1977. Para ese momento, esta sonda se encontraba en las afueras de nuestro sistema solar. Está tan lejos que, para agosto de 2023, la luz tarda 18 horas, 31 minutos y 40 segundos en llegar a ella, lo que equivale a 101 veces la distancia de la Tierra al Sol.
La NASA estableció comunicación con la Voyager 2 utilizando la Red de Espacio Profundo, que tiene una de sus antenas en Australia. Le enviaron un mensaje para que girara su antena hacia la Tierra. Esperaron casi dos días para saber si la nave había recibido y entendido el mensaje. ¡Y lo hizo! El 4 de agosto de 2023, la señal es demasiado débil para extraer datos, pero la detección confirma que la nave espacial todavía está funcionando y que también la sonda continúa su trayectoria esperada. .
Voyager 2 tiene una sonda hermana llamada Voyager 1, ambas naves se han convertido en uno de los instrumentos científicos más importantes de toda la historia de la humanidad, nos han permitido explorar planetas que solo habían sido observados desde la lejanía. Aunque la Voyager 1 solamente sobrevoló a Júpiter y Saturno, Voyager 2 tuvo la oportunidad -debido a la posición planetaria de aquel entonces del sistema solar- en explorar a Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Cuando era niño, recuerdo haber leído con entusiasmo y curiosidad la portada de un "Almanaque Mundial" que presentaba un reportaje sobre las voyager. En ese momento, ambas naves ya habían alcanzado Júpiter y mostraban imágenes increíbles del planeta en todo su esplendor cromático, acompañado por sus lunas. El almanaque también mencionaba que, en los años venideros, una de estas sondas, la Voyager 2, llegaría a Saturno, Urano y Neptuno.
En esa época pre-internet, las noticias de este tipo eran de difícil acceso. No recuerdo exactamente cuándo ambas sondas llegaron a Saturno, entre 1980 y 1981, pero el evento pasó desapercibido para mí.
Después de Saturno, la sonda Voyager 1 tomó una trayectoria que la llevó fuera del Sistema Solar, mientras que la Voyager 2 continuó hasta alcanzar Urano y Neptuno, planetas nunca antes visitados. En 1989, cuando la sonda arribó a Neptuno, ya era plenamente consciente de este hecho y recuerdo ver por cable TV a Carl Sagan hablando en CNN sobre este planeta. Dejé grabando el VCR para ir a la escuela y, al regresar, revisé lo que la sonda había enviado desde aquel lejano mundo.
Sagan compartía pantalla con un periodista especializado en noticias astronómicas llamado John Holliman, quien lamentablemente murió en 1998 en un accidente automovilístico. Holliman hacía un trabajo excepcional. Desde su fallecimiento, no he visto a otro corresponsal que cubriera las noticias de la forma en que él lo hacía. En la película "Contact", es el periodista que informa sobre la explosión terrorista de la máquina de anillos.
En años posteriores, todo lo concerniente a las Voyager apenas aparecía en las noticias. En 2007 me enteré de unos radioastrónomos aficionados que lograron enviar una señal radial a la Voyager 1 y consiguieron un rebote en su antena parabólica, una proeza considerando que la sonda se encontraba en ese entonces a 14 mil millones de kilómetros de la Tierra.
Una curiosidad de estas sondas es su contenido: aparte de los instrumentos científicos y de comunicación, llevan un compartimento con fotografías, diagramas y un disco de oro con sonidos de la Tierra, saludos en diversos idiomas, música y sonidos de animales. ¿Con qué propósito? Es como lanzar una botella al mar. Quién sabe, las sondas continuarán su rumbo en el espacio. Se estima que en unos 40,000 años pasarán cerca de la estrella AC+793888, ubicada en la constelación de Camelopardalis (la jirafa). Sin embargo, es posible que ambas naves se pierdan en el vasto y oscuro espacio, sobreviviendo incluso cuando nuestro planeta haya desaparecido en el Sol.
Serán la única evidencia de nuestra existencia, incluso si no hay nadie -cosa que dudo-en este inmenso universo para presenciarlo.